MONARQUIA ABSOLUTA
· Sistema de gobierno donde el rey tenía un poder absoluto sobre los asuntos del Estado sin que existiera ningún tipo de fuerza o grupo social que pudiera neutralizarlo.
· En la figura del rey quedaban unidos los tres poderes del Estado. De este modo, el rey podía ejercer su dominio sobre todas las esferas de la sociedad sin rendir cuenta a nadie.
· El cargo era hereditario y solo Dios estaba sobre él.
· Su principal propósito era defender los intereses del Estado, con absoluta libertad para dictar o modificar leyes, sin la participación de otros sectores, apoyado en sus dos instrumentos principales: la burocracia y el ejército.
· Bajo la idea de que el Estado y el rey eran la misma cosa se suprimieron las autonomías de ciudades y provincias, centralizándose el poder y las decisiones bajo la autoridad de una sola persona.
Con la adopción del mercantilismo – que fomentó la intervención del Estado en la economía –, los reyes y sus ministros tendieron a tomar medidas proteccionistas, alzando las tarifas aduaneras, estimulando la producción interna y prohibiendo la importación de productos que no se elaboraran en el país. El objetivo era asegurar una balanza comercial favorable para acumular el oro y la plata dentro del Estado. De esta manera, los Estados absolutistas lograron solventar los enormes gastos en que incurrían a medida que crecía la burocracia y el ejército y se transformaron en fuerzas económicas. A las tradicionales causas de conflictos armados se sumaron ahora los intereses económicos.