El nacimiento de la república de Chile como Estado independiente fue casi paralelo al desarrollo de la Revolución Industrial en Europa. Nuestro país se vinculó a este fenómeno a través de dos procesos principales:
1.- Incorporando adelantos tecnológicos de la Revolución Industrial:
Desde temprano se comenzaron a utilizar en Chile los nuevos sistemas de transporte:
· Los barcos de vapor fueron introducidos en 1835 por el acaudalado empresario norteamericano Guillermo Wheelwright, al crear la Pacific Steam Navegation.
· En 1851 se inauguró el primer ferrocarril, entre Caldera y Copiapó, empresa en que también participó Wheelwright, ahora junto a Enrique Meiggs.
2.- Convirtiéndose en proveedor de recursos naturales demandados por los países industrializados:
Chile disponía de minerales de gran valor para los países que vivían su proceso de industrialización, lo que estimuló su explotación. Así, Chile se incorpora al mercado internacional como proveedor de:
· Carbón (fuente de energía para la industria y el transporte).
· Cobre (utilizado para la fabricación de calderas y el tendido eléctrico).
· Salitre (abono de excelente calidad para la agricultura).
De este modo Chile definió el carácter de su economía como básicamente exportadora de recursos naturales.
Aunque esta modalidad generó actividad e ingresos, inhibió y retardó el desarrollo de otras alternativas de desarrollo económico. Si bien a fines del siglo XIX comenzó a perfilarse una industria de cierta envergadura, solo en 1940, y apoyado fuertemente por el Estado, Chile adoptó un modelo que privilegiaba la industria nacional.
LA SITUACIÓN DE LOS TRABAJADORES
Chile no estuvo ajeno a los problemas sociales de la época. La situación de los trabajadores adoleció de los mismos problemas que la clase obrera europea, en cuanto a condiciones de trabajo, vivienda, salud, etc. Aquí también los obreros se organizaron en mutuales y sindicatos y recurrieron a movilizaciones de protesta y huelgas para exigir una mejora de su situación.
